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La doctora Megan Tillman trabaja en el departamento de emergencias de un hospital. Finch espera en una sala, quejándose de dolores en la espalda y explicándole que su doctor está en las Islas Caimán. Le pide más medicamentos para su dolor y Megan comprueba su escáner de rayos-x, viendo que él tuvo una cirugía el año anterior. Finch evita hablar sobre la razón y tan solo pide una nueva receta médica. Mientras Megan la prepara, él reemplaza su buscapersonas con un duplicado.
Reese empieza a vigilar a Megan: es una trabajadora obsesiva que hace turnos dobles en el hospital y vive sola, pero les agrada a todos los que la conocen. Según la observa, Reese ve que compra comida en la calle y un joven empresario se choca con ella. Por la noche, Megan se arregla para ir a un bar.
Allí, un hombre trata de ligar con ella pero es rechazado. Reese ve algo metálico en el bolsillo de la chaqueta del hombre y le sigue hacia el baño, creyendo que se trata de un arma, aunque ve que tan solo es una Blackberry. El empresario que se había chocado con Megan previamente también está en la zona. Reese pasa junto a él y se apodera de su cartera para descubrir su identidad. Se llama Andrew Benton y tiene drogas utilizadas comúnmente en violaciones.
Al día siguiente en la biblioteca, Reese le dice a Finch que Megan ha regresado a casa a las 3:30 de la madrugada y que ha estado en el bar todas las otras noches de la semana. Los dos investigan a Benton y descubren que es un inversor bancario con un historial de acoso sexual y múltiples cargos en su contra. No obstante, jamás ha sido condenado. Reese entra en el apartamento de Benton, se descarga toda la información de su ordenador y además encuentra heroína.
Carter comprueba la grabación de seguridad del reciente atraco a la sala de pruebas, sospecha que uno de los atracadores sea su "hombre trajeado" y le ve hablando un instante con Finch, a quien identifica como Norman Burdett, asistente jurídico de una firma de abogados.
Reese y Finch examinan los archivos del ordenador de Benton y encuentran fotos suyas con varias mujeres, aunque no hay nada que le conecte con Megan. Reese se dispone a recoger un informe universitario gracias a Fusco, aunque a Finch no le parecen bien sus tratos con Fusco.
Mientras tanto, Fusco juega al hockey en la calle con su hijo y un mafioso de un cártel, Diaz, se acerca. Quiere las drogas que les ha robado el detective Stills, ex-compañero de Fusco. Fusco le dice que no tienen la droga, pero Diaz le amenaza dándole 48 horas para que le devuelva la droga.
Reese vuelve a ir al local por la noche para vigilar a Megan, que se sienta en la barra y se toma un par de copas. Benton finalmente se acerca para conocerla y ella se presenta como Kate. Tras flirtear durante un momento, ambos salen afuera para tomar algo de aire fresco y caminan por la calle hablando. Benton la invita a su casa, pero ella le dice que no ya que tiene que trabajar temprano.
En cuanto Benton se va a su apartamento, Reese sigue a Megan y descubre que ella es la que acosa a Benton, sacándole fotos mientras entra en casa.
Fusco se reúne con Reese en un parque para entregarle el informe que ha pedido pero antes le pide que le proteja de Diaz y el cártel Toreros. Reese no se interesa en ayudarle ya que hay muchos policías corruptos con los que podría tratar y se marcha con el informe.
En la biblioteca, descubren que Benton ha asaltado sexualmente a una chica tras darle drogas. Ella tardó dos días en presentar cargos contra él, probablemente por vergüenza, de modo que no había pruebas exactas del uso de drogas. La chica, Gabrielle Tillman, era la hermana de Megan y acabó suicidándose un año después por sobredosis. Los dos deducen que Megan quiere asesinar a Benton para vengarse, pero Reese cree que quitarle la vida a alguien acabará con ella.
Carter se dirige a la supuesta casa de "Norman Burdett", donde Finch le recibe. Le hace preguntas sobre el atraco, pero él le dice que no tiene nada nuevo que añadir. Entonces, Carter señala que uno de los atracadores le dijo algo. Finch le dice que el hombre tan solo quería que dejase de mirarle. Carter comenta que la mayoría de las personas miran a otra parte durante un atraco, pero Finch dice que no es como la mayoría y tan solo pidió al hombre que no le hiciese nada. Carter parece aceptar su historia y le pasa una tarjeta para que la llame si recuerda algo más.
Por la noche, Reese se dedica a vigilar a un capitán de la policía que se encuentra con una prostituta. Finch le llama para avisarle de que Carter sigue buscándole, pero Reese le asegura que tiene un plan.
Megan va a un grupo de apoyo a víctimas de violaciones y Reese le sigue hacia el lugar. Al verla ir a buscar un café, Reese se reúne con ella en el pasillo.
Megan acaba diciéndole que está allí por que conoce a alguien que ha sido una víctima y Reese, por su parte, le dice que ha perdido a alguien cercano. Megan explica que le ha llevado años acostumbrarse a lo que le ha pasado a su amiga, pero ha visto al hombre responsable de ello y todo ha vuelto. Reese le dice que todo el mundo necesita a alguien con quien hablar y se presenta, mientras ella se presenta como Kate Leman.
En la biblioteca, comentan como Benton droga a sus víctimas, las viola y luego, están demasiado avergonzadas como para presentar cargos. Finch busca el nombre Kate Leman y acaba descubriendo una casa alquilada en Montauk. Reese va hacia allí para comprobarla y encuentra un armario lleno de botes de lejía en su interior, descubriendo que Megan planea matar a Benton y hacer su cuerpo desaparecer. Sabe que Megan logrará hacerlo, pero también sabe que la culpa acabará con ella, de modo que sugiere que eviten que Megan lo haga haciendo a Benton desaparecer antes.
Fusco va hacia el apartamento del cártel y se queda fuera durante un momento, con su arma en mano, tratando de decidir la mejor forma de tratar con ellos. Reese aparece de repente en el pasillo y acaba metiéndose dentro para golpear a Diaz y a sus hombres, dejándoles inconscientes.
Reese se lleva algunas de las drogas que tiene el cártel en el piso y asegura a Fusco que es por una buena causa. Después, camina hacia el coche de Benton en cuanto se para ante una intersección y le noquea para poner la cocaína en el vehículo. Reese provoca un "accidente" justo en frente de una comisaría creyendo que Benton será encarcelado, pero al día siguiente observa junto con Fusco a Benton, liberado gracias a sus abogados. Fusco sigue preocupado con el tema del cártel y amenaza con delatar a Reese.
Megan se prepara para pillar a Benton y escucha al último mensaje dejado por Gabrielle en su contestador antes de suicidarse. Finch rastrea su ubicación gracias al buscapersonas y avisa a Reese de que se ha puesto en marcha. Reese se prepara para actuar, pero Diaz y sus hombres se acercan y le noquean.
En cuanto Benton llega a su apartamento, descubre que el sistema de seguridad no está activo. Al entrar en el piso, Megan le deja inconsciente con una pistola eléctrica, le ata y le pone en una silla de ruedas para poder trasladarle.
Reese recobra la conciencia en el escondite del cártel, donde ve a Fusco. Diaz le explica que Fusco ha solventado su deuda entregándoles a Reese y hace que sus hombres empiecen a golpearle.
Mientras tanto, Megan lleva a Benton hacia su furgoneta alquilada y empieza a conducir.
Diaz pide a Reese que devuelva su cocaína y Reese trata de distraerle diciendo que sabe que Diaz está trabajando con un cártel rival y planea traicionar a su jefe. Diaz se sorprende y sus propios hombres empiezan a cuestionarle.
Mientras discuten, Reese logra liberarse y golpea a todos, derribándoles. Le promete a Diaz que si vuelven a verse, le matará, y luego se dirige hacia la puerta.
Fusco comenta que aquello no ha sido nada personal, pero Reese le dice que ha solicitado un favor y Fusco tendrá que hacer algo más para él. También le avisa de que jamás vuelva a hacer aquello y se marcha.
Megan se detiene en un local de carretera para repostar y se pone nerviosa al ver dentro a un policía. Reese acaba llegando al local y sorprende a Megan, diciéndole que sabe quien es realmente e invitándole a sentarse con él para tomar un café. Ella se sienta con él sin más y él le dice que si mata a Benton a sangre fría, eso la destruirá y jamás lo olvidará.
Megan le pregunta qué habría hecho si la persona a la que perdió hubiese sido asesinada. Reese le responde diciendo que sabe lo que es quitarle la vida a alguien y que implica que la persona pierda una parte de si misma, la parte que más importa. Megan se pregunta si eso fue lo que le pasó a él y señala que Benton le ha visto la cara y puede identificarla. Reese le promete tener una conversación con Benton y pide que le entregue las llaves de la furgoneta, aunque ella pregunta qué es lo que gana ella. Reese le dice que gana su vida de vuelta y Gabrielle podrá seguir teniendo el recuerdo de su hermana. Megan le pregunta por qué está allí y él responde con lo mismo que dijo anteriormente, "todo el mundo necesita a alguien con quien hablar." Llorando, Megan le pasa las llaves.
Cuando Finch logra restablecer el contacto con Reese, él le notifica de que tiene la furgoneta y a Benton. Le dice que tendrán una pequeña charla y luego pregunta a Finch por qué salva a la gente, aunque Finch tan solo le dice que tiene sus motivos. Reese también le dice que se ha encargado del problema que tenían con Carter.
El capitán Womack entra en el departamento de homicidios con Fusco y le asigna a un escritorio, diciéndole que haga que su "compañero" se deshaga de las fotos que tiene de Womack con una prostituta. Fusco acaba presentándose ante su nueva compañera, Carter.
Reese se lleva a Benton a la casa alquilada por Megan y le sienta ante una mesa.
Cuando Benton se despierta, Reese coloca una pistola en la mesa y le explica que la mujer que le aturdió no está allí. Le explica que Megan arregla a personas, mientras que él y Benton las rompen. Benton se pregunta qué tiene planeado y Reese le pregunta si las personas son capaces de cambiar, ya que ambos han herido a otros. Benton no deja de insistir en que todo aquello es un error, que ha cruzado algunas líneas pero no volverá a hacerlo. Reese comenta que podría dejar a Benton irse, ya que él sabe que a partir de ahora Reese le estará vigilando.
Reese se pregunta si él y Benton pueden cambiar, pero luego concluye diciendo que las personas realmente no cambian. Benton dice que ambos pueden cambiar y que no cree que Reese vaya a matarle ya que en el fondo es una buena persona.
Reese suelta una risa y dice que perdió esa parte de si mismo hace mucho tiempo y no está seguro de que pueda volver a encontrarla o de que importe. Contemplando el arma, afirma que no hay buenas personas, sino buenas decisiones. Benton le ruega que perdone su vida y Reese pide a Benton que le ayude a tomar una buena decisión.